viernes, 19 de junio de 2009

¿Cuánto vale una persona?

¿Usted cuanto pagaría por una persona? ¿Cuánto considera que vale una persona? ¿Y lo que cuesta? Porque claro, no es lo mismo lo que vale algo, a lo que cuesta en realidad.

Florentino Pérez (al cual me encomiendo, como madridista, para que lleve al Real Madrid al puesto que se merece) se ha gastado 60 millones de euros en Kaka’ y entre 93 y 97 (depende del medio de comunicación) en Cristiano Ronaldo. ¿No es demasiado dinero para un futbolista?

Me hace mucha gracia la gente que dice que pagar tales cantidades de dinero por una persona es inmoral y poco ético; las mismas personas que están a favor de que niñas de dieciséis años puedan comprar la pastilla del día después y abortar sin que sus padres se enteren… Porque no me digas… pagar 90 millones de euros está mal, pero abortar sin el consentimiento de tus padres con dieciséis años es peor, aunque claro, es muy “progre”. Estoy de acuerdo con las palabras de nuestro alcalde Jesús Martín Rodríguez-Caro en el anterior número de este semanario sobre el aborto: “hay que escuchar más a la calle y encargar menos estudios a expertos”, simplemente, tiene razón.

También se hablaba de que mientras Florentino paga más de 90 millones de euros por Cristiano, hay 4 millones de parados en España (y lo que te rondaré morena, porque me juego algo, a que esa cifra, lamentablemente, sube). Pues mire usted (frase muy de Aznar) fuera aparte de que ninguno de esos parados juega como Ronaldo (pero Cristiano… el que jugó con el nueve en el Real Madrid ya ha perdido un poco… o lo ha ganado, según se mire), Florentino puede hacer con su dinero lo que le de la santa y real gana… es lo que tiene el mercado libre. Tú no le puedes imponer a una persona lo que puede o no gastar.

Otro tema que me pone los pelos de punta es lo de este hombre de nacionalidad boliviana que sufrió un accidente en el que perdió un abrazo en su puesto de trabajo. Y claro, como no tenía papeles (ni contrato, total ¿para qué?), su “jefe” tiró el brazo a la basura, dejó a Franns Rilles Melgar (el accidentado) a 200 metros del hospital y le dijo “di que ha sido un accidente, pero no des muchos detalles”. Se me pasa por la cabeza un adjetivo de dos palabras en el que se suele mentar a la madre del referido y que le viene como anillo al dedo para este “---- de ----“. Ya cada uno que rellene con un lápiz lo que crea que puede ser.

Siguiendo con este tema, aparte de que este tío deber ser castigado a más no poder por tirar el brazo a la basura, por no llevarlo al hospital y dar la cara y por tenerlo sin papeles, lo que no me parece bien es que se legalice su estancia en España… no no, mire usted, no. Por ahí sí que no paso. No entiendo por qué hay que darle los papeles, de verdad que no lo entiendo. Hay muchos inmigrantes (y no inmigrantes, españolitos de a pié también) sin papeles, sufriendo accidentes, explotados laboralmente, cobrando una miseria, mal viviendo tirados en las calles… pero claro, como no salen en la tele… ojos que no ven corazón que no siente… El Estado está respondiendo por el “jefe”, el que debería hacerse cargo de todo…

Y ya para terminar, tengo que felicitar a las autoridades competentes por el programa de Carlos Alsina “La Brújula” que se llevó a cabo el pasado Viernes 12 en el salón de actos del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Valdepeñas, y darle un pequeño tirón de orejas (sin maldad) al alcalde. En su intervención en la primera hora del susodicho programa dejó escapar algunas palabras mal sonantes para referirse a su estado de ánimo. Repito que es una corrección sin maldad, pero a mi parecer, un alcalde que representa a una ciudad como es Valdepeñas, no puede decir ese tipo de ordinarieces, máxime cuando es en un programa nacional con más de 514.000 oyentes. Insisto, una pequeña corrección sin malas intenciones.

Y dicho esto, ayer vi un cartel de las pasadas elecciones europeas de las “Juventudes Socialistas” que decía: “Vamos a mandar a Berlusconi y a Mayor Oreja al Polo Norte”… pues sí… y los creadores del cartel se quedaron… HELADOS.

¡Hasta luego Lucas!

No hay comentarios: