Siempre lo he dicho, y lo diré, el señor Barak Obama es un cachondo mental, y si no, a las pruebas me remito:
¿A quién se le ocurre invitar a una persona laica, atea y que presume de ello, al Desayuno Nacional de Oración? Al actual presidente de los EEUU. El único capaz de invitar a Zapatero a que rece un rato.
Me imagino yo a Barak Obama sentado en un sofá, en el despacho oval, con los pies encima de la mesa riendo, hablando con su secretario mientras buscan a quién invitar:
Obama: Pues no sé yo, ¿a quién invitamos? Es una decisión dura…
Secretario: Tiene que ser religioso, que se le pueda mostrar en público, una persona con talante…
Obama: Ahora que dices talante, se me viene a la cabeza uno…
Secretario: ¿Quién?
Obama: Es que no sé yo si es el indicado…
Secretario: ¡Ni que sea Zapatero, por Dios!
Obama: (con una sonrisa de oreja a oreja) ¡Bingo!
Secretario: ¡Sí, venga ya! ¡Y ahora me cuentas otro chiste de Jaimito!
Obama: No es broma… Así cambiamos un poco la dinámica del acto, y de paso nos echamos unas risas.
Secretario: (tono irónico) Desde luego, y también montamos una procesión, lo plantamos de costalero y para terminar organizamos un coloquio sobre los crucifijos en las escuelas, y los belenes en sitios públicos.
Obama: No me des ideas, anda. Ve llamando a la Moncloa…
Y lo invitó, anda que si lo invitó.
No me hago a la idea de ver a nuestro presidente, tan ateo como es, tan orgulloso de que su país sea laico, en el Desayuno Nacional de Oración… ¿Comentará con el señor Obama la nueva reforma de libertad religiosa donde prohíbe los crucifijos en las escuelas, los belenes en sitios públicos pero permite a las mujeres musulmanas llevar velo? No creo…
Me hizo mucha gracia la viñeta que publicaba en el pasado número del Canfali, mi compañero columnista Ángel García Rodríguez donde se veía a Obama diciendo “Tenemos la costumbre de escuchar la Cope mientras rezamos, ¿te importa?” y Zapatero contestaba “Que va, que va, súbele el volumen”.
Nuestro presidente, con tal de estar con Obama, es capaz de ir a hacerle la revisión al coche oficial de EEUU y cambiarle la bujía, el líquido de los frenos, y el agua del radiador.
Y si hacemos memoria, todos recordamos la imagen de la bandera de los Estados Unidos recorriendo la Castellana con nuestro actual presidente sentado…
Esto, en mi pueblo tiene un nombre: calzonazos.