viernes, 2 de agosto de 2013

El mundo al revés.


Este pueblo hay veces que guarda magníficas sorpresas, dignas del mejor chiste de Arevalo. No os negaré, queridos lectores, que cuando me dieron la beca para trabajar en los informativos de Onda Cero Valdepeñas este verano, no me lo pensé mucho, hasta que caí en que la actualidad local en verano desciende hasta puntos incluso negativos (llegará un día en el que los periodistas tengamos que producir y ser los protagonistas de las noticias para tener relleno).

Y es verdad, encontrar algo que contar es la tónica general de mis días desde que empecé, salvo por pequeñas perlas que esta ciudad me regala, patrocinados por el Ayuntamiento de Valdepeñas y la ejecutiva local del Partido Popular.

Para empezar, ya me di cuenta de que este pueblo rompía la norma general con el famoso superávit. Mientras todas las cuentas en España nos muestran déficit, en Valdepeñas presumimos de que las sumas y restas nos salgan en positivo. Luego ya ustedes se lo creen o no, eso ya depende de cada uno.

Además, si nos fijamos bien, por norma general, las administraciones públicas españolas están gobernadas por gobiernos del PP, aquí, en este lugar de La Mancha, manda el PSOE. Eso sí, hay una cosa que no varía, la eficacia política de los mandamases.

Y finalmente, como “no coincidencia” muy cómica, observamos como a nivel nacional, el Partido Socialista pide la comparecencia de Mariano Rajoy para que hable sobre los famosos “Papeles de Bárcenas”. Aquí, es el Partido Popular el que pide la comparecencia de Ana Rosa Ruiz, concejal valdepeñera, para que hable de la factura de su teléfono.

El otro día soñé, que el JARAIZ, publicaba en portada “Los Papeles de Ana Rosa”… Aunque una cosa sí te digo Julián, los tirantes no te quedaban tan bien como a Pedro J., pero eso ya es cosa tuya.

Ya solo me queda, que Fernando Prieto, amenace con una moción de censura si no comparece Ana Rosa Ruiz. Díganme ustedes, que no sería anecdótico. Aquí le dejo el capote al líder de la oposición, si él lo coge, va a hacer feliz a este pequeño columnista local.

Si seguimos así, le vamos a quitar el título de “capital del chiste” a Tomelloso y a Lepe. Y alguno habrá, que encima, esté orgulloso.

Tenía miedo, al venir a trabajar a Valdepeñas este verano, de que no pasara nada y me aburriera en la redacción. De verdad, señores políticos, eternamente agradecido. 

viernes, 28 de junio de 2013

“Los medios de provincias”.

Leyendo el artículo de la semana pasada del Director de este semanario, Julián Gómez, me di cuenta, salvo en honrosas excepciones, que todo lo que había escrito en estas páginas durante los 4 años que me llevan dejando hacerlo, no ha valido para nada.

Una vez más, he de darle la razón a Julián. Los colaboradores que escribimos para este semanario, deberíamos estar más concienciados de opinar sobre temas de Valdepeñas y comarca, que es la alcance de este medio. Porque el lector que se quiera informar del famoso caso del DNI de la Infanta Cristina, de Bretón, o de las becas y el ministro Wert, ya tiene a los Ussia, Pérez Reverte, Amón, Lobo y compañía para hacerlo; que además de tener más potestad, tienen mayor criterio y conocimiento (no porque ni mis compañeros ni yo podamos, simplemente que ellos trabajan día a día con las fuentes que les proporcionan la información).

Sin querer desprestigiar a nadie, ¿qué prefieren, leer un artículo de Ramón Lobo hablando sobre las protestas en Brasil o mío? Él ha trabajado de corresponsal en el extranjero (y en conflictos bélicos) y yo a lo sumo estuve una semana en Rumanía, que por cierto, es un país muy bonito, si dejamos a un lado nuestros prejuicios.

Pero es que es más fácil criticar a Rajoy, Wert, Montoro y De Guindos, por varios motivos. Uno, está de moda. Dos, es más fácil, ellos no lo van a leer y luego, no te los vas a tener que encontrar por la calle, evitando situaciones un tanto incómodas.

Y ahí es donde recalco una vez más, y no me cansaré, la importancia que tienen los medios de comunicación locales y regionales, los popularmente llamados “medios de provincias”. Gracias a ellos (y cuando digo “ellos”, no solo me refiero al medio, también a los periodistas, que créanme, trabajan bastante más que los que están en Madrid) conocemos como nos “mamonean” los políticos: como el hecho al que se refería Julián la pasada semana sobre el bufete de abogados contratado por nuestro señor Alcalde, o las obras en la calle 6 de Junio, o las cámaras de vigilancia apagadas, o como nos comimos una horrenda (y carísima) estatua llamada “Desesperado” que se supone que se identifica con la batalla del 6 de Junio, cuando nuestro paisanos salieron a correr a palos a los franceses (ya me explicarán la relación, porque ni yo, ni medio pueblo, la entendemos).

Díganme cómo nos enteraríamos de estas cosas sin los medios locales. Porque los nacionales trabajan “en otra onda” y se nota que no conviven con nuestra realidad. Sin ir más lejos, ese reportaje de La Sexta en la que Valdepeñas aparecía como una de las poblaciones con superávit de España. No se a ustedes, pero a mi me sirvió para echarme unas buenas risas y darme cuenta de que no tenían ni idea de la situación real de nuestra ciudad.

De esto trata el periodismo. De contar las cosas tal y como pasan, les guste o no a los gerifaltes que mandan y disponen sobre nosotros, por eso nos llaman el 4º poder. No somos gacetistas de la corte ni escribimos propaganda del líder de turno. Para eso ya están los gabinetes de prensa de los políticos, que no tienen más remedio que hacerlo.

Volviendo a hacer referencia al artículo de la semana pasada del director de JARAÍZ, dice que le han puesto “en la picota”, no me extrañaría, es más, me consta por diversas fuentes que así es. Y esto se lo digo a nuestro Alcalde, como se lo diría a cualquier otro político que ha llegado al poder simplemente por saber hablar bien (que son la mayoría): si no quiere que la prensa se meta con usted, haga bien las cosas, es así de fácil. La otra opción es que se haga a medida un medio público, que le ría siempre las gracias.


Prometo, a partir de ahora, escribir sobre temas de Valdepeñas. Si ven que se me olvida recuérdenmelo, que últimamente tengo muy mala cabeza. De todas formas les digo que de vez en cuando tendré que hacerlo de temas nacionales, ya saben que yo vivo en Madrid, y de momento, el JARAÍZ aún no lo venden aquí en los quioscos.

viernes, 22 de marzo de 2013

Todo por el pueblo… y que lo pague el pueblo.


He de reconocer que estoy un poco “desenganchado” de Valdepeñas. Desde que me fui a estudiar a Madrid, vengo poco por aquí. Aun así, intento mantenerme informado de lo que pasa, bien por algunos amigos, gente que escribe en twitter, los podcast de “Valdepeñas en la Onda” que cuelga Emilio Hidalgo, y los ejemplares de “Jaraíz” que me manda Julián Gómez. Y si os digo la verdad, no dejo de sorprenderme.

La semana pasada leía, con asombro y “devoción”, en el anterior número de este semanario las declaraciones de nuestro alcalde sobre las obras en la calle 6 de Junio. Los vecinos afectados, dijo, “lucharán contra un muro”. Y se quedó tan a gusto.

Luego apuntó que la polémica la han creado “la prensa y la oposición”. Pues mire usted, señor Martín, con frases como las del muro, no hace falta que hagan nada, ya se cubre usted solo de gloria.

La noticia viene de que la gente que vive en la calle 6 de Junio, a partir del la calle Arpa, dirección sur, va a tener que pagar unos 100 euros de media. ¿Ilegal? Para nada. Las contribuciones especiales son legales. Entonces, ¿cuál es el problema? Pues que a mi, personalmente (lo matizo), me parece una sinvergonzonería más digna de un niño caprichoso de 5 años, que de un alcalde.

100 euros, no es mucho dinero, lógicamente. Más son 1.000, o 2.000. Pero menos son 50, o 0. Y en tiempos de crisis, como los que estamos viviendo, 100 euros pueden ser la salvación de una familia.

Los de la primera fase, la parte que ya está en ejecución (entre San Marcos y calle Arpa), no van a pagar, porque está subvencionado por la Junta de Castilla La Mancha. Pero en esta segunda parte… La Junta retiró la ayuda. Así que, toca aflojar la guita.

Porque, se podía parar la obra, y dejarla para cuando la situación actual se mejore. Es más, se podía no hacer la obra, que es totalmente banal. Creo que los valdepeñeros dormimos perfectamente teniendo la calle 6 de Junio “sin arreglar”.

No entiendo este gastar dinero por gastar, que parece que nos sobra. Y la culpa, cuando hay deudas, es de la Junta, que no paga. ¡Qué bien nos vino que ganara la señora Cospedal las elecciones! Ya tenemos a quién echarle la culpa. Cuando en Castilla La Mancha “reinaba” el PSOE nadie se quejaba de las decisiones que se tomaban en Toledo, era todo perfecto, idílico, no había ningún problema.

¿Saben a lo que me recuerda esta jugada? El que aprueba los exámenes soy yo… pero cuando suspendo, está claro, es culpa del profesor.

Pensaba que el alcalde, y el equipo de gobierno, están para solucionar los problemas del pueblo e intentar que vivamos mejor. Lo de las obras y “embellecimientos” de las calles, se pueden dejar para cuando haya dinero. Estas cosas me recuerdan al despotismo ¿ilustrado? del siglo XVIII.

P.S: Añado en este aparte, por no modificar lo que ya llevo escrito, otra de las frases destacadas de las declaraciones de nuestro alcalde: “Les hicimos ricos y ahora se quejan”.

Me maldigo todas las mañanas por no vivir en la calle 6 de Junio. Podría haberme comprado el yate que siempre he querido. 

viernes, 15 de febrero de 2013

No se cortaron cabezas…


Creo que he descubierto la solución para parte del problema social que estamos viviendo. “La culpa es de la economía”, dicen algunos, “la culpa es de la sociedad”, apuntan otros, “nuestro problema es el Euro”, matiza un grupo de personas al fondo, y “la culpa es de el capitalismo y Adam Smith” gritan algunos que piensan que “con Lenin esto no ocurriría” y que le quedaba bien la perilla que llevaba.

Y luego está la maravillosa casta política que tenemos, que con echarle la culpa al gobierno anterior, se queda tranquila. “¡Es culpa de Zapatero!”, “¡Todo esto lo lió Aznar!”, “¡El pufo lo dejó Felipe González!”, “¡Yo me encontré lo que me dejó Suárez!”, “A mi no me miréis, me lo encontré así de Franco”, etc, etc, etc, hasta llegar a los tiempos en que Boabdil se daba sus paseítos domingueros por Granada.

Y cómo decía al comienzo, creo que tengo la solución, aunque me parece que llego tarde: No se cortaron cabezas.

En España, los reyes y políticos que hemos tenido nos han “mamoneado” (permítanme la expresión) todo lo que han querido y más, y encima, les hemos puesto buena cara. Se pensaban los padres de la Constitución de 1812, que aquello era así de fácil. La redactaban, la firmaban, esperaban a que volviera Fernando VII y todos contentos. ¿Qué ocurrió? Que cuando el monarca llegó de Francia, le echó un ojo por encima y al igual que me decían a mi los profesores en el instituto “te lo has trabajado mucho, pero no te da ni para el 5”. Y así quedó la cosa, vuelta al absolutismo.

Mientras tanto, 200 años atrás en Inglaterra, a Carlos I al que también gustaba de practicar el absolutismo, un 30 de Enero de 1649 le dieron un repaso en la guillotina por decir que “ninguna corte tenía jurisdicción sobre un monarca” (porque en Inglaterra, por aquellos entonces, ya existía la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores). Con esto, los reyes que vinieron detrás, ya iban avisado, cuidadito con lo que hacemos que nos dejan si cabeza.

Pero digo más. En Francia, eso personajes tan finos, a los que nos imaginamos todo el día de “punta en blanco”, vestidos de gala, con el pañuelo colgando de la muñeca y hablando con la boca “chica” como si siempre estuvieran diciendo “pitiminí”… También cortaron cabezas… Que se lo pregunten a Luis XVI… Incluso a Robespierre, que era uno de los líderes de la Revolución Francesa… Pero en cuanto se pasó, ¡ZAS! Y problema menos.

A día de hoy, claro está que esto ya no se puede aplicar… El problema reside en que en aquellos tiempos, el pueblo se levantó en cuanto sus líderes “mamonearon” un poco… ¿Aquí que hicimos? Pegarnos con los franceses para que nos devolvieran a nuestro déspota rey.

Esto hizo que la clase política se concienciaran de su responsabilidad. Y ahora, miren los casos que están saliendo de ministros que han dimitido porque se ha descubierto que plagiaron en su tesis doctoral… ¡incluso uno ha dimitido porque no pagó una multa hace años!

Mientras tanto, aquí en España no dimite nadie… Salvo en el Ayuntamiento de Madrid. Y no sé si son dimisiones o que Ana Botella está haciendo limpia después de la catástrofe del Madrid Arena. 

lunes, 21 de mayo de 2012

El pintor Zoltán ante alumnos de la Complutense.

Guillermo Rodríguez Rodríguez/ Teoría y práctica del periodismo, 1º H
Zoltán Gábor Fodor-Lengyel presentó a alumnos de 1º de periodismo de la Universidad Complutense de Madrid su última exposición llamada “Olé y olé” que se encuentra situada en el Club Financiero Génova, en la calle Marqués de la Ensenada, 14.

Zoltán Gábor delante de uno de sus cuadros. 
Zoltán Gábor contó a los allí presentes que lleva ya 30 años en España y que nunca había pintado sobre un tema tan cultural como son los toros y en flamenco porque le parecía trivial, prefería homenajear España a través de la historia.

Para el pintor húngaro, su pintura va alrededor del ser humano, plasma la abstracción de la figura humana. Su intención es la de expresar fundamentos y raíces del cuerpo.

"El pintor húngaro plasma la abstracción de la figura del ser humano"

Sus cuadros muestran toreros y bailarinas de flamenco e intenta dar la sensación de que los primeros bailan y las “bailadoras” torean. En todos los cuadros de esta serie se puede ver como un círculo ocupa gran parte del lienzo. La circunferencia muestra según el autor, por un lado, la plaza de toros y por otro el duelo entre el hombre y la mujer, lo que simboliza la vida.
Dos de los cuadros de la exposición.

Sin embargo, es curioso que en ninguno de los cuadros se ve la figura del toro. Según Zoltán, no lo pinta porque no le interesa, el busca al ser humano, la persona y por eso se centra en ella. 

"No pinta el toro porque no le interesa, se centra en la figura del torero"

El pintor explicó a los alumnos de periodismo allí presentes que para pintar las figuras tuvo que estudiar todos y cada uno de los pases que el torero realiza y los gestos que una “bailaora” lleva a cabo para no cometer fallos. Según explicó no quería que llegara algún entendido en la materia y sacara desperfectos a su obra.

Sobre el color, declaró que quiso utilizar tonos vivos, típicos del mediterráneo, emulando los colores que se pueden ver en una plaza de toros o en un “tablao” flamenco, donde el colorido es muy importante.   

Uno de los toreros.
 Finalmente contestó una ronda de preguntas entre las que aclaró que sus precios son baratos comparados con el resto del mercado y que los pone en relación con el tamaño del lienzo. Además, contó una anécdota, y es que su primer cuadro lo compró Jacque Chirac, por aquellos entonces alcalde de París y que luego fuera, presidente de Francia.