viernes, 29 de enero de 2010

A cantar, a la ducha

A TVE ya no se la cuelan más, bastante fue lo del Chikilicuatre. Eso debió pensar Alberto Oliart, presidente de RTVE.

La Sexta tuvo muy buen ojo al meter a Rodolfo Chikilicuatre en Eurovisión. Fue una bonita estratagema urdida por Miliki e hijo, que de payasos entienden. TVE se tuvo que fastidiar y mandar como representante de España a un actor del show televisivo “Buenafuente”. Entre todos los españoles le pagamos un “spot” de lujo a una cadena privada.

Todos sabemos que en ese festival, en su actual formato, nunca ganará el que se lo merezca, porque eso de que voten los países y a través del móvil… No es de extrañar que España lleve 5 años votando a Rumanía, y 2 años seguidos dándole los doce puntos. Es ya proverbial el éxito de los cantantes rumanos en los 40 principales. De hecho, el faro, luz y guía del concurso: el Gran Urribarri (padre Abraham para los seguidores de Eurovisión, siempre con su poquito de inglés) ya sabe de un año para otro quién va a votar a quién. Está todo cantado… Nunca mejor dicho.

Italia desistió y se retiró. A mi juicio, la mejor decisión. Eso de no ser la estrella y además perder, al señor Berlusconi no le sienta nada bien. Aunque, pensándolo bien, si Il Cavaliere fuese como representante italiano, creo que más de uno se fijaría, y aún mejor, si los coros se los hiciesen sus “amiguitas”.

En este concurso se ve donde están los favoritismos de cada nación. Y entre que los países del Este votan a los que tienen al lado, y que España no es muy querida por el resto de Europa… Siempre nos quedarán Portugal y Andorra.

Telecinco tenía ganas de innovar, con permiso de la Sexta, de seguir en boca de todos, aunque sea mal, de dar el campanazo número trece (las doce anteriores ya las ha dado Belén Esteban). Y como no iban a volver a operarle la cara a la ex del “loco distraído” Jesulín de Ubrique, porque hay cosas que no tienen remedio, tuvieron la idea que cambiaría el transcurso de la vida de los españoles, el hecho que iba a significar el comienzo de la nueva etapa en la historia moderna: Karmele Marchante, a Eurovisión.

Entre todos los especímenes que trabajan para Telecinco, y mira que hay para elegir, los dueños de la cadena consideraron que Karmele era la más apropiada. ¡Gran referente en el mundo musical, (ni en nada si a eso vamos) la señorita Karmele!

Me imagino en las oficinas de TVE, a la persona encargada de registrar las candidaturas para representar a España en Eurovisión. Este señor (o señora, que hay que ser políticamente correcto) tranquilamente sentado (o sentada) en su mesa, con su ordenador, su teléfono… De repente suena este último y una voz dice:

-¡Hola buenas tardes! Mire, quería proponer una nueva candidatura para Eurovisión…

Pobre hombre (o mujer). Qué momento… Me lo imagino pálido (o pálida) con el teléfono en la oreja, mirando al infinito, con sudores fríos, y pensando en qué habría hecho él (o ella) para merecer esto.

A todos se nos encogió el corazón al ver la noticia: Karmele en Eurovisión. ¿No tuvimos bastante humillación con Rodolfo Chikilicuatre? Si ya nos llamaron la atención cuando presentamos “El baile del Chiki Chiki”, con Karmele… Hubiésemos salido a tiros y mira que nos falta poco…

Como dice el grupo de facebook: Si Karmele va a Eurovisión, a España la echan de Europa… Y es que no es para menos.

Yo prefiero volver a los clásicos como la generación “Tocata”, Gwendoline, el Sheriff Lobo, “Enséñame a cantar”, “Directísimo”, “La Clave”, “Vivir cada día” y sobre todo, reeditar el Festival de Benidorm y la OTI, eso sería un puntazo.