viernes, 3 de febrero de 2012

Instituto Sancho

Como ya habrán leído en este mismo semanario si son ustedes habituales lectores de esta columna, el tema de los nacionalismos siempre me ha dado mucho que pensar, incluso me ha llevado al enfado. De un tiempo a esta parte, he decidido cambiar mi postura, en vez de criticarlo, me he unido.


Si ustedes me siguen en Twitter o son “amigos” m   ustedes me siguen en Tdo mucho son "de criticarlo, me he unido. ' esta parte, ma de los nacionalismos siempre me ha dado muchíos en Facebook habrán visto el afán que tengo últimamente en reclamar el manchego como idioma y por qué no, La Mancha como nación.

Vamos por partes. En cuanto al idioma, el otro día navegando por esta inmensa red llamada internet, encontré en Wikipedia un artículo llamado “Dialecto Manchego”.

Antes de exponer lo que leí, diré que Wikipedia (mal que nos pese a los estudiantes) no es una buena fuente de documentación, pero como aquí cada uno utiliza los argumentos que le interesa (que cada uno se de por aludido en la medida que crea oportuna), no voy a ser yo menos.

Lo que más me chocó fue que, según este artículo, el manchego tiene (más o menos) 7.000.000 hablantes, de ellos, 1.000.000 somos manchegos. De Madrid y Levante, mayoritariamente por emigración y trasmisión 5.000.000 y en el resto de España, también por emigración ± 1.000.000.

Con esto, estaríamos hablando de que tendría los mismos hablantes que por ejemplo, el catalán….

En otro apartado de este artículo, se puede leer un amplio resumen sobre algunas de las características gramaticales, fonéticas y del vocabulario.

En cuanto la gramática, sirvamos unos cuantos ejemplos (todos sacados de la Wikipedia): masculinización de nombres femeninos (rano, ovejo, gallino) y feminización de otros (serpienta). Encontramos también la contracción de verbos + que como por ejemplo “pueque”, o del artículo + sustantivo: l’alcoba, l’avión, etc…

Fonéticamente hablando, he decir, que todas las reglas expuestas en el ya mencionado artículo de la Wikipedia, fueron revisados, uno por uno, una fría noche de Diciembre, en el piso de mis queridos amigos Paco y Fer (colaborador también de este semanario) en Getafe. Pongamos unos ejemplos, y si no tienen razón, que baje Dios y lo vea:

-      Transposición entre /r/ y /l/, especialmente en verbos en infinitivo: sartal por saltar, tomal por tomar.

-     La /r/ fuerte al principio de palabra, al igual que en el Euskera, en ocasiones tiende a adaptar una vocal protética (/a/ en el caso manchego y /e/ en el vasco): arrompel por romper, arrecogel por recoger. En casos como arradio (radio) se puede pensar que es un neologismo acuñado por influjo del artículo, pero en los verbos es difícil de explicar. En otros casos se mantiene igual que en castellano: ray (rey), risera (risa).

-      La /d/ intervocálica se elide siempre. Parao por Parado, Colgao por Colgado, etc…

Y si ya, nos ponemos a hablar de vocabulario, nos quedamos solos. Siempre diré y mantendré que el manchego es poesía, como por ejemplo “Cerrad las portás y soltad los galgos que ya estamos tos”,
 Tengo más sueño que una cesta gaticos al lao de una estufa”, “Ahí te has meao fuera”, “A mi no me hacen falta sardinas pa beber agua”, “En mala era has aparcao el carro”…. O estos maravillosos términos: “Hartosopas”, “cierrabares”, “mangurrino”, “licenciao”, “Zascandilear”, “mentijoso”, “ricochura”, “ato”, “fanega”, “indición”, “asobinar”, “revientalobos”, “rebullir”, “vedreao”, “zorrocotroco”, “catar”, ”convidar”, ”estar lustroso”, 
”voy anca la Pascuala”, 
”uguas” (en vez de uvas),
”amojor” (por a lo mejor), “espantaliebres”, “cobete”,
”esparatrapo”,
”zagales”, etc.

Además, a los manchegos, nos gusta simplificar las cosas, porque pudiendo decir: Vichyssoise de harina de almortas sobre crujiente de ibéricos al aroma de ajo, preferimos decir “Gachas” y nos dejamos de tonterías.

Marcelino Frías, mi profesor de lengua durante la gran parte de la ESO y Bachillerato, siempre nos decía que para poder considerar un dialecto como lengua, tenía que tener una clara diferenciación de su lengua materna, unas reglas morfológicas y sintácticas diferenciadas y debía poseer una literatura propia.

Bien, en cuanto la diferenciación, lean ustedes (y comprendan si pueden) este fragmento del libro “Rapalandoria” escrito por José S. Serna en manchego.

"...Encallaron a solespones. El destripagasones de Antón, manque cegarruto columbraba el cejo y los vido abajar por el cerrijón. El guarinejo, estordando a riscazos los cabros, mamprendía al igüedo. Sentíanse dende lejos los picotes y el zumbar de la arriera; cercanos, los gangarros entre talleras, toliagas, paniquesos. Vaceando el saquilón, una marianca lileaba en el porche y aluego zampábase en la cocina, honagando en los alambores con un regruñicio al no topar con los apechusques que necesitaba. "Me da acoro esa andoscona, más tontifacia que Pichote. ¡Guilopa!..."

Diferenciación, hay. En cuanto a las reglas morfológicas y sintácticas, propongo crear el “Instituto Sancho” (porque “Instituto Cervantes” ya estaba cogido) para la elaboración “Diccionario de la Lengua Manchega” y a su vez, crear la “Real Academia de la lengua Manchega”.

Y sobre la literatura, me pongo a ello ahora mismo. Creo que versionaré el Quijote, pero en manchego.

Finalmente quiero dar las gracias a Adrián Pinés y José Ángel López, por la nutrida listas de palabras manchegas que me dieron. Personalmente los propongo como académicos de la lengua manchega.