lunes, 21 de mayo de 2012

El pintor Zoltán ante alumnos de la Complutense.

Guillermo Rodríguez Rodríguez/ Teoría y práctica del periodismo, 1º H
Zoltán Gábor Fodor-Lengyel presentó a alumnos de 1º de periodismo de la Universidad Complutense de Madrid su última exposición llamada “Olé y olé” que se encuentra situada en el Club Financiero Génova, en la calle Marqués de la Ensenada, 14.

Zoltán Gábor delante de uno de sus cuadros. 
Zoltán Gábor contó a los allí presentes que lleva ya 30 años en España y que nunca había pintado sobre un tema tan cultural como son los toros y en flamenco porque le parecía trivial, prefería homenajear España a través de la historia.

Para el pintor húngaro, su pintura va alrededor del ser humano, plasma la abstracción de la figura humana. Su intención es la de expresar fundamentos y raíces del cuerpo.

"El pintor húngaro plasma la abstracción de la figura del ser humano"

Sus cuadros muestran toreros y bailarinas de flamenco e intenta dar la sensación de que los primeros bailan y las “bailadoras” torean. En todos los cuadros de esta serie se puede ver como un círculo ocupa gran parte del lienzo. La circunferencia muestra según el autor, por un lado, la plaza de toros y por otro el duelo entre el hombre y la mujer, lo que simboliza la vida.
Dos de los cuadros de la exposición.

Sin embargo, es curioso que en ninguno de los cuadros se ve la figura del toro. Según Zoltán, no lo pinta porque no le interesa, el busca al ser humano, la persona y por eso se centra en ella. 

"No pinta el toro porque no le interesa, se centra en la figura del torero"

El pintor explicó a los alumnos de periodismo allí presentes que para pintar las figuras tuvo que estudiar todos y cada uno de los pases que el torero realiza y los gestos que una “bailaora” lleva a cabo para no cometer fallos. Según explicó no quería que llegara algún entendido en la materia y sacara desperfectos a su obra.

Sobre el color, declaró que quiso utilizar tonos vivos, típicos del mediterráneo, emulando los colores que se pueden ver en una plaza de toros o en un “tablao” flamenco, donde el colorido es muy importante.   

Uno de los toreros.
 Finalmente contestó una ronda de preguntas entre las que aclaró que sus precios son baratos comparados con el resto del mercado y que los pone en relación con el tamaño del lienzo. Además, contó una anécdota, y es que su primer cuadro lo compró Jacque Chirac, por aquellos entonces alcalde de París y que luego fuera, presidente de Francia.


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