viernes, 24 de julio de 2009

Niñatos

La primera idea que tuve para mi columna de esta semana fue el caso de Rayán (le doy las gracias a Alicia García Fernández, porque me ayudó bastante con el tema), este niño que murió por la equivocación de una enfermera, pero dado las noticias que me llegan, voy a cambiar de tema.
¿Hacia dónde vamos? ¿Este es el futuro que tenemos?… Me estoy refiriendo a las dos violaciones que tuvieron lugar la semana pasada: una en Baena y otra en Punta Umbría.
En la primera, la de Baena, se detuvieron seis jóvenes, cinco menores y un adulto, por la violación y abusos sexuales reiterados a una niña de 13 años, a plena luz del día y en unas instalaciones deportivas. Los seis acusados la forzaron tras amenazarle con enseñar a sus padres unas imágenes, de una relación que mantuvo con uno de los implicados, grabadas con un móvil.
Dejando a parte la precocidad de todos los protagonistas, a mí lo que me escama del tema es que uno de los acusados queda libre de culpa al ser menor de 14 años, y según la ley, no tiene edad penal. Otro de ellos, ha presentado una discapacidad psíquica. Ahí seguro que el abogado ha estado toda la noche pensando y repensando qué hacer para “salvarle el culo” al niño. Discapacidad psíquica tienen todos, como es evidente, y eso por no tirar de vocabulario de insultos. Y el mayor de edad… este tío está mal de la cabeza…
El caso de Punta Umbría también tiene lo suyo: a las dos de la madrugada, un grupo de siete chavales abordó a la chica y se la llevó hasta un rincón apartado de la playa del Caimán, donde la violaron. Al parecer, la niña sufre algún tipo de minusvalía psíquica de la que se valieron los adolescentes para lograr que les acompañara.
Y se repite el cuento; algunos de los violadores (que palabra más fuerte para un grupo de niñatos de entre 15 y 13 años… pero es que es así: VIOLADORES) no se van a llevar su castigo por ser menores de 14 años.
La Ley establece que, los menores de 14 años, son inimputables, no se les puede acusar de delitos, por no tener una conciencia clara o suficiente de la naturaleza de sus actos. Dos años atrás, yo tenía esa edad, y sí sabía lo que hacía, y también sabía que el acto de estos chicos estaba mal. Creo que es hora de ir cambiando algunas leyes, porque estos niños, cuando lleguen en Septiembre al instituto y les pregunte la profesora que qué han hecho este verano, ellos ¿qué van a contestar? ¿VIOLAR NIÑAS? Si no tienen castigo, aprenderán que este tipo de actos no trae consecuencias.
¿Y sus padres? Espero que no sean de estos que defienden a sus hijos a capa y espada, y se den cuenta de lo que han hecho, porque les han salido unos monstruos, y como no se les pare ahora, mal futuro llevamos, pero que muy malo…

¡Hasta luego Lucas!

No hay comentarios: