Era la primera vez que un ministro de asuntos exteriores viajaba al extranjero dentro de su propio país, y el resultado fue… para echarse a llorar.
Llegó al aeropuerto de Jerez (que digo yo, puestos a viajar, ve directamente a Gibraltar…) y desde ahí se dirigió a su destino en coche: comenzó el espectáculo.
Se le recibió con miles de banderas en los balcones, pero no españolas, británicas (no confundir con la inglesa). Sobre esto, el gobierno gibraltareño dijo que aunque es habitual ver durante todo el año alguna bandera, esta vez su presencia era mayor… (vamos, como aquí en Semana Santa…) y Moratinos, en su intención de ser integrante de la “Santa Hermandad de lo Políticamente Correcto y Nuestra Señora la Alianza de Civilizaciones” dijo que no se percató de ellas durante su recorrido por el Peñón. Sí ya las declaraciones del gobierno gibraltareño sonaban a mentira, la de Moratinos lo podemos considerar (como dice mi buen amigo y compañero de columna, que pronto volverá a escribir, Fernando) un “mentirusco” gordo “atao” con piedra.
Respecto a los temas que se hablaron (“fuera parte” del ascenso del Xerez F.C.) fueron los típicos: “que si a partir de hoy vamos a trabajar todos juntos”, “que si la soberanía la trataremos en su momento, cuando se den las condiciones oportunas”… lo de siempre. Pero voy a hacer mención de dos frases totalmente contradictorias que salieron por la boca de Moratinos: Primero dijo: “Los tiempos en los que sólo se hablaba de soberanía han pasado”, y luego, cuando ya se pensaba que el tema del gobierno no se iba a tocar, soltó: “La reclamación española de la soberanía del Peñón es irrenunciable y permanente". Que es como decirle a alguien: “no te voy a matar, pero te voy a pegar un tiro que te vas a quedar frito”…
Y respecto a la gente que era entrevistada por los medios españoles, todo el mundo coincidía en que ellos no se sienten españoles, que prefieren pertenecer a Gran Bretaña y que les gustaría la independencia… ahora eso sí, con un acento andaluz que ni uno de Cádiz es capaz de descifrar… en fin, qué se le va a hacer… ya nadie quiere pertenecer a este gran barco en declive llamado España, capitaneado por el sin par (o por lo menos eso espero, que no haya ninguno como él “nunca mais”) José Luis Rodríguez Zapatero.
Música en una botella
Hay muy buenos músicos en Valdepeñas que nunca han tocado en las Fiestas del Vino ni en la Feria de Agosto… por ejemplo el grupo valdepeñero-manzanareño “Mar del Norte” que con canciones como “Whisky en el bar”, “Mar del Norte el explorador”, “Temblorosas manos”, “River Pili Dance” y “Música en la botella” hicieron las delicias de todos los que nos encontramos en la sala Di Roma el Sábado en un concierto acústico. ¡Un concierto magnífico amigos!
¡Hasta Luego, Lucas!