“Público”
no ha sido el primer periódico en caer. Y dentro de lo malo, ha tenido suerte y
aun puede conservar su edición digital (www.publico.es).
Muchos
han sido los que han desaparecido, unos menores, otros mayores… Pero la crisis
no respeta y menos en el mercado de la comunicación. Nosotros vivimos
(permítanme que me incluya) de la publicidad y ahora, tal y como están las
cosas, no estamos para “tirar la manteca al techo” (me perdonan esta expresión,
pero es para ir introduciendo el manchego en la sociedad).
Esta
noticia, para los medios de comunicación es buena y mala a su vez. Por un lado,
está claro que esto beneficia al resto de medios, en concreto a la prensa,
porque ha desaparecido un competidor, por lo tanto, uno menos que come de la
tarta de la publicidad.
Pero
por otro lado el mercado de la comunicación se ha puesto nervioso. A pesar de
que se estaban viendo desapariciones y caídas de periódicos, radios y
televisiones, hasta el momento eran la mayoría de segunda división (vaya este
término sin querer menospreciar a ningún medio). Los grandes, los primeras
espadas, los que son los clásicos de la primera línea (ABC, El País, El Mundo,
La Razón, Público, La Vanguardia) siempre habían permanecido intocables, a
pesar de los problemas económicos que la mayoría (por no decir todos) están
pasando.
Parecía
que nunca caerían, hasta ahora. Al problema de la publicidad, se le añade que
con el 1,20 € que pagamos por un periódico, no se cubren ni los gastos de papel
y tinta.
La
solución aquí es la digitalización, al fin y al cabo, todos tenemos ya un
ordenador, o un Tablet o un móvil de última generación… O las tres cosas. Y no
me parecería del todo mal que se cobrara, como por ejemplo ya está haciendo “El
Mundo” con la plataforma Orbyt. Hasta ahora lo estamos haciendo por la edición
empresa, ¿por qué no hacerlo por la digital?
Lo que no he parado de ver ha sido a personas
que no han dejado de celebrar la desaparición de esta cabecera. Alegrándose
porque “ha caído uno más de la izquierda” (literal). Así nos va en España. Hay
mucho hijoputismo (y me perdonan la expresión) de gente que solo desea el mal
al otro por el hecho de que el contrario piense distinto. En pleno siglo XXI y
que sigan existiendo estos especímenes…
He
oído incluso decir “Mejor que desaparezca, ya hay muchos medios”. Nunca hay
muchos medios… Cuantos más pueda haber, mejor.
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