Hace ya un tiempo se suscitó la polémica con la asignatura “Educación para la Ciudadanía”. Hubo muchos revuelos y quejas por el contenido de esa materia… Incluso hubo algunos padres que presentaron objeción de conciencia aunque, en la mayoría de los casos, fueron rechazados porque los jueces entendieron que el derecho de objeción de conciencia solo era aplicable a aquellas personas que tenían que hacer “la mili”.
Bien, pues Zapatero ha hecho oídos sordos al refrán, que ya mencioné en mi primera columna, “más vale parecer tonto y estar callado que abrir la boca y confirmarlo”. Lo reconfirma. Ahora se le ha ocurrido a nuestro presidente dar una “ración de doctrina socialista para los soldados del Ejército de Tierra”.
He leído en el diario “La Razón” que Zapatero ha impuesto una asignatura de “Educación para la Ciudadanía” con 37 libros que incrementará el “interés”, el “bagaje cultural” y la “profundización en la apreciación de la herencia militarl”.
No sé cuáles serán los 37 libros elegidos para esto, pero si siguen la filosofía de nuestro paisano José Bono “prefiero morir antes que matar”, mal va la cosa…
Solo falta que en esos libros diga: “Si un guerrillero afgano te ha desarmado, te está apuntando con una metralleta y amenaza con matarte, tú lo que tienes que hacer es sacar tu talante y explicarle que no merece la pena manchar su vida con un asesinato porque al fin y al cabo con tu muerte no se van a arreglar las cosas…”
Nunca entenderé, según nuestra filosofía, por qué se manda soldados a la guerra… Y si los mandamos, por qué van con armas. Total, ¿no están en misión de paz? ¿Por qué no van con tiritas, agua oxigenada, orinales y cuñas, muletas, vendas y demás utensilios para curar heridas?
¿Queremos un ejército socialista? ¿Para qué? ¿Para enfrentarlos con la otra mitad de España que no es socialista ni por asomo? ¡Qué desastre de gobierno!
Antes de terminar, quiero contestar a la referencia que hizo sobre mí, mi compañero de columna Don Antonio Martín Sánchez-Carrasco, en su artículo del 19 de Marzo: No le voy a cobrar derechos de autor por la expresión, ya que gracias a Dios, ni soy del SGAE, ni opino como ellos, ni soy tan sinvergüenza. Porque como dijo George Bernard Shaw, “Las ideas son como las pulgas, saltan de unos a otros pero no pican a todos”.
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