viernes, 27 de noviembre de 2009

El ejemplo (malo) de Europa

Todos sabemos, y a estas alturas no es nada nuevo, que España no es de las primeras potencias de Europa. Todos sabemos que nos encontramos a la cola de cualquier clasificación que se quiera hacer: economía, educación, trabajo, paro (no, en esto somos los campeones de la Champions)… Sólo despuntamos en una cosa, en los deportes, arrasamos. Algunos ya nos llaman la “Armada Invencible”. No me gusta esa denominación, porque invencible era nuestra armada hasta que pasó lo que pasó en las costas inglesas…

Pero con el título de esta columna, no me vengo a referir al deporte, me refiero a España en general. Nuestro país se ha convertido, por méritos propios, en el ejemplo malo de Europa, ojo, “ejemplo malo” que no “mal ejemplo”.

Me han llevado a dar con esta idea las palabras de Nicolás Sarkozy que se consuela con el paro de España. En Francia, se le echaban encima por las cifras de desempleados, pero él, se escudó en que España tiene el doble de tasa de desempleo que en el país galo.

Habría que decirle a Sarkozy que “mal de muchos, consuelo de tontos”. Y sobre todo, habría que decirle que no es lo mismo comparar Francia con España, que hacerlo con Alemania. Si cada uno se busca los símiles que le interesan, nosotros podemos decir que somos de las primeras potencias del mundo… Si nos ponemos al lado de países como Mongolia, Ghana o Mozambique… Al final va a ser verdad el otro dicho “aquí, el que no se consuela, es porque no quiere”.

A mí lo que me preocupa, no es que venga el primer ministro francés a comparar el paro, me da la sensación de que Sarkozy estaba buscando la ocasión para devolvernos alguna “machada” de nuestro “insigne” Presidente; lo que me da miedo, es que hoy le toca al paro, mañana puede ser sobre el nivel de estudios (que tampoco es puntero en Europa). Y pasado puede ser sobre los españoles en general, como alguna vez ya han hecho los ingleses.

Todo esto nos repercute de cara al extranjero. Precisamente para salir de la crisis nos hace falta ayuda y confianza del exterior, y si hasta nuestros países vecinos nos dan la espalda… Es para preocuparse.

Y mientras tanto, los políticos de este país, sean de la cuerda que sean, sólo se preocupan en tirarse los trastos a la cabeza y estudiar las encuestas electorales. Señores, vamos a dejarnos de tonterías, que tenemos que salir de la crisis y llevamos mucha inercia en contra.

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