Las
últimas horas del 5 de Abril, Jueves Santo, en Valdepeñas no llovía pero el
cielo vacilaba desde la altura observándonos, esperando un solo gesto humano
para castigarnos con ese preciado líquido que todos ansiamos hasta que cae. Las
campanas de la iglesia sonaron, medianoche, 6 de Abril, Viernes Santo. Llovía.
Mientras
tanto en el Convento de los Padres Trinitarios comenzaba el revuelo, “llueve,
llueve”, se oía. El miedo se empezaba a sentir en los ojos de los allí presentes.
La mayoría de los miembros de la junta directiva de la “Real e Ilustre Archicofradía de Nuestro
Padre Jesús Nazareno Rescatado y Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad”, o personas muy
allegadas. Comenzaba la noche, una muy
larga para algunos, “La Madrugá”.
Creo
que no hace falta explicar lo que ocurrió, porque todos lo sabemos, es la
comidilla del pueblo ¿o no? ¿Todos lo sabemos? ¿Seguro? ¿O quizás hay mucha
gente que no tiene ni idea de lo que aconteció pero habla como si hubiera sido
el testigo número uno? ¿Es posible que algunos escucharan campanas sin saber dónde
y va contando la anécdota como si hubiera estado en primera fila? Me temo que
sí. Valdepeñas es un pueblo, nos guste o no y como tal, las “marujonas”,
“cuchicheantes” y los “bocazas” abundan por las esquinas. La barra del bar, la
cola del supermercado, la calle cuando nos paramos a saludar, la peluquería…
Mentideros varios donde se habla de todo pero no se sabe de nada.
La
amenaza de lluvia de las primeras horas de aquel 6 de Abril, más el agua que ya
había caído, hizo dudar a la Junta Directiva de la hermandad sobre la salida de
la procesión. Normal. Parafraseando a los compañeros de “EsValdepeñas Digital”
(www.esvaldepenasdigital.com)
usted se piensa mucho si sacar el coche el día que llueve para que no se le
manche, pues imagínese una hermandad del tamaño de esta (sin querer
menospreciar a ninguna otra) las vueltas que le tuvo que dar a su salida
penitencial.
¿Suspender la procesión ante la amenaza de
lluvia a pesar de que no cayera? Bien. La meteorología no es 2+2 y con el
dinero que ahí hay, mejor no arriesgar. ¿Trasladar a la Virgen desde la plaza
hasta el convento? Bien. Según explicó Francisco José Medina, Hermano Mayor de
la hermandad, había que llevarse el Paso porque interfería la salida de las
procesiones siguientes. ¿El modo de bajar a la Virgen? Para mi, mal. En mi
opinión, el traslado se tenía que haber hecho con un tambor, para que diera el
ritmo y punto. Sin banda y sin nazarenos. El hecho de que se cantaran saetas no
fue culpa de los organizadores de la procesión. ¿Ustedes que habrían hecho,
habrían seguido andando? El paso de las mujeres de trono tuvo que ser lento,
con el suelo mojado se escurre una y se hubiera montado un accidente enorme.
Además el palio era muy grande y rozaba con algunos de los cables que cruzan la
calle. No se pudo sacar con ruedas porque se encontraban en la Casa de Hermandad
y entre ir a buscarlas y montarlas se les hubiera ido hora y media. Hora y media
que no sobraba aquella noche.
Sobre que no se sacara a Jesús y no se
pudiera realizar el saludo, como dijo el Hermano Mayor en los micrófonos de
Onda Cero, fue porque la escalera estaba llena de gente, incluso de sus propios
hombres de trono, a los que se les pidió que no se quitaran.
Los mismos hombres de tronos que profirieron
(no todos, algunos) todo tipo de insultos a los miembros de la Junta Directiva,
incluso en días posteriores. Si yo tuviera mando en esa hermandad, les aseguro
que la mitad estaban ya en la calle. Ese no es el espíritu de una cofradía, y
menos en Semana Santa. Es vergonzoso tener que ver eso. En la conciencia de
cada uno queda, si tan cristianos son como para llevar a Jesús a hombros lo
deberían ser para comportarse con el prójimo, pero lo dicho, a la calle, por incompetentes,
bocazas y maleducados (conste que no es un insulto, es descripción). Eso no es
devoción.
En cuanto a los comentarios de la gente, ni
caso. Y ya lo he dicho más de una vez en estas hojas, más vale parecer tonto y
estar callado que abrir la boca y despejar la duda.
Mi apoyo a Paco (me permitan que lo llame
así, él sabe el afecto que yo le tengo, que no es poco), a su familia y a su
junta directiva. Se obró bien, salvo por pequeños detalles, no todo se puede
hacer perfecto.. He estado en una hermandad, también en los “altos mandos” y sé
lo que cuesta sacar una procesión.
Nunca llueve a gusto de todos (nunca mejor
dicho).