Después de mucho buscar, hemos encontrado al mejor amigo del hombre. Y no, no es el perro, como estará usted pensando.
Tampoco son los gatos, pues es sabido por todos que solo le hacen caso al dueño cuando les interesa.
Los pájaros, al fin y al cabo son animales que ni fu ni fa, están ahí, “pian” de vez en cuando, revolotean y poco más.
Los peces, son como tener un tío en Alcalá, ni tienes tío ni tienes “ná”…
Llegados a este punto, solo me queda afirmar, que el mejor amigo del hombre, son los políticos, en época de elecciones, eso sí, que tampoco hay que abusar.
Estos últimos días, está siendo muy común, que salgas a la calle a hacer cualquier recado y te encuentres a Barreda paseando por tu ciudad y dándote las buenas tardes como si se tratara de tu vecino Cucufato.
La otra opción, es encontrarte a María Dolores (de) Cospedal (el “de” se quitó porque no cabe en las tarjetas de visita) con un cucharón, removiendo el caldero y repartiendo comida a los asistentes.
No se acostumbra uno a ver a los políticos fuera de esas salas, todas recubiertas de madera, con sus micrófonos, rodeados de ministros, consejeros, concejales (algunos de ellos, durmiendo con la babilla colgando) que aplauden o abuchean según mande el “pastor”, en mitad de los discursos de los portavoces…
Se les nota inseguros. Se les ve “fuera de su sitio”. Este hábitat no es el suyo. Cada vez que los veo mezclados “entre la plebe” dando la mano, saludando cordialmente, y poniendo una sonrisa de oreja a oreja que podría hasta llegar a ser dolorosa, me recuerdan a esos jefes, que para que sus empleados no les cojan manía, pasan preguntado por la familia con una hipocresía que se ve desde lejos, como los cuadros que da España en Eurovisión.
¡Y mucho ojo! Los políticos, no son nuestros jefes. Los jefes, somos nosotros. Nosotros somos los que los colocamos donde están, los ratificamos (o no) cada cuatro años, y encima, le pagamos el sueldo, que todo hay que decirlo, se ponen ellos a su gusto, sin consultar con nadie.
De verdad, me encantan los mítines, y las portadas de los periódicos regionales y locales, con esas fotos…
Al que estoy echando de menos es a nuestro excelso presidente, don José Luis Rodríguez Zapatero, genio y figura. ¿No han notado que lo sacan muy poco en los mítines? Lo pasean lo justo para que se vea que está, pero nada más, que no hace nada, que no tiene nada que ver. Me comentaron que le está costando mucho meterse en el papel. Ha estado entrenando durante siete años para esto.
Y es que a los políticos se les ve nerviosos, más que a Zapatero en una clase de economía.